A
partir de la declaración de su
relativa independencia política
-1825- el país se vio enfrentado
a organizar un sistema escolar que atendiese
mínimamente a su aún escasa
población. Las autoridades nacionales
y departamentales -empero- no supieron
responder adecuadamente a esas exigencias:
se dictaron gran cantidad de leyes,
decretos y disposiciones diversas, pero
en los hechos los recursos económicos
y humanos volcados a la tarea resultaron
siempre muy inferiores a los invertidos
en solventar enfrentamientos políticos
y militares (varias revoluciones, motines,
guerras civiles, etc.) El atraso escolar,
la incuria de los gobernantes, fueron
claramente denunciados por un contundente
informe del Dr. Palomeque (Secretario
del Instituto de Instrucción
Pública) en 1855, que propuso
las bases para una organización
educacional que no se llevó,
sin embargo, a cabo. |
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